viernes, 20 de marzo de 2009

Mercadillos ecológicos.


Sabia savia apuesta por el consumo de productos ecológicos, pero también sabe que no siempre es fácil, (o barato), encontrar dichos productos. Ya presenté aquí a Begoña, capaz de traernos a domicilio, una caja llena de frutas y verduras de cultivo ecológico. Hoy voy a hablar de otra opción: los mercadillos ecológicos que se celebran en la provincia de Málaga.
Estos mercadillos van rotando por diferentes localidades, de modo que cada cual puede ir a aquel que más cómodo le resulte, o, visto desde otro punto de vista, aprovechar para hacer un poco de turismo de nuestros pueblos e ir recorriendo diferentes enclaves a la vez que se hace la compra semanal de frutas y verduras.

Este es el calendario, para este año, de celebración de mercadillos.

Alguien me preguntó en la tienda cómo puede uno estar seguro de que lo que se compra es ecológico. Pues bien, en estos mercadillos, los vendedores están identificados como productores ecológicos, lo que conlleva que han obtenido la certificación que demuestra que sus prácticas agrarias son respetuosas con el medio ambiente y con la salud humana, y que responden a un modelo de sostenibilidad en la producción de sus productos.


Ir a un mercadillo ecológico es mucha más que ir a hacer la compra.
Para empezar, se encuentra uno con gran variedad de productos poco comunes en los supermercados; productos de consumo tradicional, (yo encontré tagarninas la última vez que fui al mercadillo de Cártama), plantas aromáticas frescas, todo tipo de variedades de verdura de hoja verde, etc. Se pueden encontrar también productos tales como miel y polen, o confituras. Los ejemplos son múltiples.


Otra sensación grata que a mí me provocan estos mercadillos es el ambiente “didáctico” que se respira. Los propios productores te explican qué es cada cosa, cómo la han cultivado o cómo podemos consumirla… a mi me dieron un truco para hacer que la levadura fresca que se usa para el pan sea más efectiva, (disolverla en agua, añadir una cucharada de harina y otra de azúcar y dejarlo reposar unos 15 o 20 minutos en un sitio cálido), y un modo de preparar un sucedáneo de chocolate a partir de algarrobas.
Me encanta ver a los consumidores de este tipo de comercio ir con sus propias bolsas recicladas, o verlos intercambiar recetas.
Insisto, es una experiencia diferente, y muy gratificante.

Nota: el calendario de celebración de mercadillos lo he obtenido de la web guadalhorceecologico.com, un sitio muy completo, dedicado a la producción ecológica en el valle del Guadalhorce y lleno de información útil.

jueves, 19 de marzo de 2009

Orquesta YouTube



Hoy quiero hablar de música. Concretamente de un proyecto muy interesante y novedoso, y que, además, me ha proporcionado una gran satisfacción personal.

Hace unos meses, el portal dedicado a vídeos YouTube convocó unas originales audiciones: se instaba a músicos de todo el mundo a presentar un vídeo donde interpretasen un pasaje de una nueva sinfonía del compositor chino Tan Dun, ganador de un Oscar por la banda sonora de Tigre y dragón y compositor, entre otras cosas, de la música para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín.
A partir de estos vídeos, y tras un proceso de selección dividido en varias fases se perseguía un objetivo: crear una verdadera Orquesta Sinfónica, compuesta por músicos de todo el mundo, que tendrá su punto culminante cuando el próximo día 15 de abril, después de dos días de ensayo juntos, estrenen en el Carnegie Hall de Nueva York la sinfonía de Tan Dun dirigidos por el maestro Michael Tilson Thomas

Tras la convocatoria, YouTube almacenó más de 3.000 audiciones procedentes de 70 países (desde finales de noviembre de 2008 hasta el 22 de febrero de 2009, fecha en que se cerró la aceptación de vídeos) Hubo una primera selección, llevada a cabo por músicos de las Filarmónica de Londres y Filarmónica de Berlín.

De esta primera criba quedaron 200 músicos preseleccionados.

España se convirtió en el segundo país con más finalistas, nueve en total: Edmundo Vidal, Saúl Tébar, Juan Peralta, Mario Pérez, Gener Salicrú, Robert Silla, Víctor de la Rosa, David Barreda y Celso García. Únicamente superada por Estados Unidos, y por delante de naciones con un mayor protagonismo musical como pueden ser Alemania, Francia o Italia.

El siguiente paso de la selección consistió en una votación abierta a los internautas, que podían acceder a las interpretaciones de los preseleccionados y votar por aquellos que más les gustasen.
Tras este paso, quedaría constituida la formación definitiva de la orquesta sinfónica; 90 músicos procedentes de todo el mundo y 25 instrumentos diferentes.
De los nueve candidatos españoles, cuatro pasaron la selección: Víctor de la Rosa, Robert Silla, David Barreda y Celso García.

Hasta aquí, la historia ya es de por sí interesante. Eso pienso. Interesante y muy ilusionante; me parece un proyecto estupendo, y me da un argumento más, (y no es que me falten), para rebatir a aquellos que ven en Internet al mismísimo demonio y lo rechazan sin más: Vamos a ver, señores y señoras, que la red las hacen las personas, y por tanto está hecha de la misma materia, o casi: hay cosas horribles, o vulgares, pero también hay originalidad, educación, solidaridad…

Voy a la segunda parte de esta historia. La que personalmente tantísimo me ha alegrado, y me ha hecho vivir el proceso con mucha más ilusión y nervios de lo que lo habría vivido en otras circunstancias.

Cuando se puso a disposición de los internáutas la partitura de la sinfonía de Tan Dun, cada músico pudo elegir la que correspondía a su instrumento, pero la guitarra española no estaba incluída, (no es habitual que se cuente con este instrumento en las orquestas sinfónicas). Celso García Blanco no se amilanó por este “pequeño contratiempo” y durante tres semanas se dedicó a hacer una adaptación de la obra para su instrumento. Una vez hecha la adaptación, (me consta que este tipo de trabajo es una labor muy ardua y complicada), preparó su pasaje y lo colgó en YouTube.
Tanto gustó su interpretación y la transcripción hecha para guitarra, que los organizadores se replantearon la composición final de la orquesta y finalmente este instrumento ha sido incluido entre los que la conformarán.


El futuro de esta orquesta es aún incierto, no se sabe si quedará en esta experiencia puntual o si se constituirá como formación permanente. Habrá que esperar a ver qué sucede finalmente.

Estos son los vídeos que Celso colgó para su audición: Un pasaje de la sinfonía Heroica, de Tan Dun, y una adaptación para guitarra de una pieza de Bach.







Supongo que cada uno de los músicos que definitivamente van a formar la Orquesta YouTube tendrá su propia historia que contar, pero a mí la de Celso me gusta especialmente: Guitarra clásica española, nuevas tecnologías, talento, (musical e informático) y ganas de hacer cosas.

Hace más de diez años conocí a Celso mientras hacíamos cola frente a la clase de Música de Cámara, en el Conservatorio Superior de Música de Málaga. Ambos íbamos a empezar nuestro segundo curso de esta asignatura y buscábamos horarios compatibles y un compañero con quien tocar. Encajamos, y durante un curso entero ensayamos juntos y preparamos obras para piano y guitarra: combinación no demasiado común, pero que nos hizo pasar un curso muy divertido y terminar con buenas notas. Desde entonces cuento con el inmenso placer de tener a Celso entre mis amigos. Es una gran persona y es un gran músico, y esto último no lo digo ahora porque YouTube así lo plantee, lo digo con pleno convencimiento, porque he tenido ocasión de ver muchas y variadas muestras de su talento y de su capacidad de trabajo. ¿Cómo no voy a estar contentísima con todo este asunto?

Aquí se puede conocer un poco más a Celso y entre otras cosas, escuchar algunas de las adaptaciones que hace.



Aquí, aquí y aquí se pueden leer algunas de las entrevistas que le han hecho en los últimos días.

Una vez que la obra se estrene y Celso esté de vuelta, tendremos en este blog una entrevista con él para que nos cuente de primera mano cómo ha sido su experiencia y nos adelante algo sobre el futuro de esta orquesta, que pese a su origen, no tiene nada de virtual.
¡¡Felicidades Celso!!,
¡y felicidades a los 2999 participantes restantes de esta convocatoria!

miércoles, 11 de marzo de 2009

Para hacer cremas en casa.


No siempre es fácil encontrar la crema que se adapte perfectamente a nuestras necesidades; o falta algún componente, o sobra algún conservante o aditivo no deseado…

Hacer una crema en casa es bastante más rápido y sencillo de lo que se podría pensar, y al depender de nosotros todo el proceso, no sólo tenemos la libertad de hacerla con los ingredientes que nos interesan, sino que podemos controlar la calidad y origen de los mismos.

Voy a dar una receta base, a partir de la cual se pueden hacer múltiples variantes, y a continuación, veremos el caso concreto de una crema de rosa mosqueta y propóleo, de propiedades cicatrizantes y desinfectantes.

Crema base:
- 60 ml de aceite vegetal base de primera presión en frío, (uno o varios mezclados)
- 30 ml de hidrolato aromático o agua floral, (según las propiedades que busquemos en nuestra crema)
- 7 g de cera de abejas en perlas


Crema de rosa mosqueta y propóleo:
- 30 ml de aceite de rosa mosqueta de primera presión en frío
- 15 ml de extracto de propóleo
- 1 cucharadita de cera virgen de abejas
- 10 gotas de aceite esencial de naranja

El aceite de rosa mosqueta nos va a dar la base de la crema, de gran capacidad hidratante y cicatrizante.
El propóleo actuará como antiséptico natural.
La cera virgen nos dará la consistencia de pomada y además sobre la piel actúa a modo de película protectora, que evita la deshidratación.
El aceite de naranja cumple una doble función, por un lado enmascarará el intenso olor del propóleo, que no a todo el mundo le gusta, y por otra parte, al tener propiedades que mejoran la circulación, hará que los componentes de nuestra crema penetren con mayor facilidad en nuestra piel.

Vamos allá:
Ponemos en un recipiente resistente a la temperatura el aceite y la cera virgen y calentamos al baño maría, moviendo la mezcla con suavidad hasta que la cera quede totalmente derretida.
A continuación retiramos del calor y añadimos el propóleo, sin para de mover, para que cuando la cera empiece a solidificar la mezcla quede homogénea.
Proseguimos añadiendo el aceite esencial y seguimos moviendo hasta que la mezcla se enfríe.
Si queremos acelerar el proceso podemos poner nuestro recipiente dentro de otro que contenga agua fría, pero no es aconsejable meterlo en la nevera o en el congelador porque la solidificación sería muy rápida y se nos pueden separar los componentes.

Opcionalmente, como conservante podemos añadir una perla de vitamina E.

Cuando la mezcla está fría la ponemos en el recipiente donde la vayamos a conservar y ya podemos empezar a utilizarla.
Como estas cremas no llevan conservantes, lo más adecuado es tenerlas bien tapadas y conservarlas en la nevera, donde nos durarán un mes.

Yo procuro preparar la crema en el mismo recipiente donde la vaya a guardar, de ese modo evito más manipulación de la necesaria y desaprovechar parte del producto al pasarlo de un sitio a otro.

Para las medidas, lo más sencillo es utilizar una jeringuilla, ya que vienen graduadas en ml. Para la cera, doy el valor aproximado por cucharadas, porque no todos los pesos de cocina afinan tanto como para pesar pocos gramos.

Nota: si cuando nuestra crema solidifica no tiene la consistencia que esperábamos, podemos rectificarla:

- Si la crema ha quedado muy dura, es porque tiene demasiada cera. En ese caso podemos volver a fundir al baño maría y añadir un poco más de aceite. Luego volveremos a enfriar del mismo modo, removiendo la nueva mezcla.

- Si ha quedado muy fluida, fundiremos y añadiremos un poquito más de cera.

martes, 10 de marzo de 2009

Mermeladas diferentes

El pasado fin de semana me dediqué a preparar algunas mermeladas.
Tenía la excusa perfecta: tiempo libre, ganas de cocinar y un montón de verduras ecológicas frescas. Sí, he escrito bien, verduras, y no frutas.


Son muchos los alimentos que se pueden confitar, y algunas verduras dan unos resultados totalmente sorprendentes. Concretamente veremos la manera de hacer mermelada con tomates, zanahorias o calabacines. Y también un poco de mermelada de naranja amarga.


Vamos primero con las medidas, (calculadas para hacer un bote de mermelada) y luego veremos el proceso, que, por cierto, es bastante rápido y sencillo.

Mermelada de zanahoria:

200 gramos de zanahorias

150 gramos de azúcar moreno o fructosa

1 cucharada de jengibre fresco rallado

zumo de medio limón1 palito de canela

1 vaso de agua (250 ml)

Mermelada de calabacín:

2oo gramos de calabacín, (con piel)

150 gramos de azúcar moreno o fructosa

zumo de medio limón

1/2 vaina de vainilla

1/2 vaso de agua (125 ml)


Mermelada de tomate:

350 gramos de tomates maduritos

200 gramos de azúcar moreno o fructosa

zumo de medio limón

5 ó 6 clavos

1 palito de canela


Mermelada de naranja amarga:

350 gramos de naranjas con piel

150 gramos de azúcar moreno o fructosa

1 palito de canela

1 cucharada de jengibre fresco rallado

Como se puede ver, la cantidad de agua que se añade depende de lo jugosa que sea la verdura o fruta a utilizar.

Para hacer cada mermelada, troceamos la verdura y la ponemos en una cacerola, a fuego lento junto con el resto de los ingredientes.
Poco a poco la verdura se va ablandando hasta que alcanza un punto cremoso. Personalmente, en el caso de la zanahoria, cuando están tiernas paso toda la mezcla por la batidora, para que quede una mermelada homogénea. Con el calabacín y el tomate prefiero cortarlos en trozos pequeños al principio y luego dejar que la mermelada tenga “tropezones”. Esto es sólo cuestión de gustos.

En el caso de la naranja, como vamos a confitar tanto la pulpa como la piel, es importante cortarlas en rodajas muy finas, para que se haga mejor. Cuando veamos que la pulpa está caramelizada y la piel transparente, ya podemos envasarla. Esta mermelada es la que más tiempo nos llevará, porque la piel es más lenta para cocinarse.

Una vez que cada mermelada tiene la consistencia que nos gusta, la ponemos en botes de cristal, (buena oportunidad para el reciclado de botes que hayamos usado en casa con otros productos), y los tapamos, sin apretar la tapadera. El siguiente paso es muy importante para la conservación de nuestras mermeladas. Se trata de esterilizarlas. Para ellos, colocamos los botes en una cacerola con agua, (cuidando de que no queden sumergidos del todo porque se nos podría meter agua en nuestra mermelada), y lo ponemos a fuego fuerte hasta que hierva durante unos 10 minutos. Hecho esto, sacamos los botes del agua, sin abrirlos y con mucho cuidado de no quemarnos, y apretamos bien las tapaderas.

Ya sólo quedará etiquetar nuestras mermeladas e ir disfrutándolas a lo largo de las semanas siguientes.