martes, 3 de febrero de 2009

Seitán casero de trigo o espelta.

El delantal verde es un blog dedicado a cocina vegetariana lleno de recetas ricas, fáciles, creativas y sanas. Y además, descritas paso a paso e ilustradas con fotografías. Un paseo por sus páginas es todo un placer y una gran fuente de inspiración.

Desde el blog nos llega la receta del seitán, muy bien explicada paso a paso, para hacerlo en casa. Yo le he preparado y resulta muy fácil, de veras. Además, lo he hecho tanto con harina de trigo como con harina de espelta y el resultado es igual en ambos casos, con lo que cada cual puede elegir el grano que prefiera.

Elena, de El delantal verde, nos dice: “Echando un ratito en la cocina, se puede conseguir de forma casera un kilo de seitán, más jugoso que el comprado, y por apenas 2€. Merece la pena hacerse el seitán en casa. Así podremos consumirlo más a menudo que el comprado, que suele salir por unos 3 - 4€ los 250 grs. Y de paso, se controlan por completo los ingredientes usados y el proceso de preparación”

Ingredientes:
• 1 kg. de harina de trigo o de espelta (no es necesario que sea integral ya que no aprovecharemos el salvado o fibra).
• 1 litro de agua.
• Un vaso (250 cl.) de salsa de soja
• 1 cabeza de ajos.
• 1 cucharada sopera de jengibre rallado.
• Un trocito de alga kombu de unos diez centímetros de largo y diez de ancho.(El alga kombu ayudará en la digestibilidad del seitán y también aumentará el contenido en minerales, pero si no tienes tampoco pasa nada).

Elaboración:
Se amasa la harina como si se fuese a hacer pan, sólo con agua, sin poner levadura. La cantidad de agua será aquella que permita hacer una masa compacta que no se pegue a los dedos, (aproximadamente para 1 kg de harina es necesario ½ litro de agua).

Cuando esté bien amasada, la dejamos dentro de un recipiente cubierta de agua durante 45 minutos.
Luego se empieza a “lavar” esta masa dentro del agua, que de inmediato empezará a volverse blanca. Eso es señal de que el almidón se va desprendiendo de la masa.
Cuando el agua ya esté blanquísima, la cambiaremos por agua limpia.Irán apareciendo briznas algo más oscuras: ¡eso es el gluten! Cuidado, porque tienden a desprenderse con facilidad.
El proceso de lavado se continúa hasta que el agua salga transparente, que es la señal de que ahora sólo queda el seitán (gluten o proteína del trigo). A mí este proceso me suele llevar 3 ó 4 lavados.
La bola resultante es más pequeña que la bola inicial y ligeramente más oscura y porosa. Se puede dividir en dos o tres trozos, o dejar la pieza entera.

En una olla grande, a fuego fuerte, pondremos el litro de agua con el vaso de salsa de soja, los ajos, el jengibre y el alga kombu.Cuando rompa a hervir, se agregan las bolas de seitán y se deja que hierva a fuego lento durante 45 minutos. Hay quien prefiere dejarlo menos tiempo, unos 20 minutos, para que resulte más blanda la textura.El tamaño vuelve a aumentar con el hervor, y ahora se torna más oscuro y brillante, además de compacto.

Acabado ese tiempo, apagamos el fuego y dejamos tapado hasta que se enfríe.

Conservación del seitán:Una vez frío, se puede cortar en rodajas o taquitos. Conviene dejarlo siempre con algo de salsa, para que no se seque.El seitán dentro del frigorífico dura sólo tres o cuatro días. Así que si no se tiene pensado consumirlo todo, es mejor congelarlo ya que así nos puede durar meses.Hay que tener la precaución de congelarlo en bolsitas individuales donde vaya la porción que vayamos a comer cada vez.
El seitán puede tratarse igual que la carne: empanado, frito, con cualquier aceite a la parrilla, en forma de estofado, o bien elaborado como albóndigas o hamburguesas. Al tener un suave sabor se puede reforzar con sofritos, salsa de soja, especias o cualquier otro tipo de aliño.

Curiosidades del seitán:El seitán es la proteína vegetal o gluten del trigo, que se obtiene por procedimientos naturales. Además está elaborado con salsa de soja, algas kombu, y jengibre.El aspecto del seitán es, para los desconocidos en la materia, poco menos que sorprendente en un primer momento: son bolas de color marrón, de textura muy jugosa y esponjosa. Se asemeja bastante a la carne animal.Es un alimento de origen chino que tiene más de 600 años. Los japoneses, habituales consumidores del seitán, lo denominan kofu.El seitán se obtiene a partir de la harina de trigo duro: es la proteína (gluten) que ha sido separada del almidón después de amasarlo, lavarlo y, finalmente, cocerlo.No contiene grasas saturadas ni colesterol, por tanto, colabora a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.Llamado también “carne vegetal” por su alto contenido en proteínas, olor, sabor y consistencia. Puede comerse de diversas formas como sustitutivo de la carne. Si se come también carne, no se debe abusar del seitán.Además de ser una fuente de proteínas, contiene vitamina B2 y hierro, aportando muchas menos calorías que la carne.

Hay que tener en cuenta: Depende de la calidad o tipo de harina nos saldrá mayor o menor cantidad de seitán.De todas las proteínas vegetales el seitán es la que más merece el calificativo de “carne vegetal”, no sólo por su alto contenido en proteínas sino por su textura y color. Además, aporta más ventajas que la carne: más proteínas, más digerible, sin colesterol, menos grasa, menos sal, menos calorías.Tanto el seitán como el tofu (queso de soja) son fáciles de digerir y muy bajos en calorías, por lo que son ideales para niños, ancianos y personas con problemas digestivos. También está recomendado para los deportistas, ya que ayuda a desarrollar la musculatura.
Muy importante: Es un alimento que se obtiene a partir del gluten, por lo tanto aquellas personas de naturaleza celíaca (intolerantes al gluten) no deben ingerirlo bajo ningún concepto.

2 comentarios:

  1. Qué curioso. Es realmente interesante. Me pasearé por tu blog de vez en cuando para aprender cosas sorprendentes.
    Y otra sorpresa: Conocí a tus padres ayer, en Alhaurín El Grande. Encantadores. (¿Quién seré...???)

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  2. Hola!
    Yo hace años que preparo en casa el seitán. Y os animo a los novatos. Es muy gratificante hacerlo, es sabroso y sano. Y además puedes quedar con algún amigo para compartir un rato, una actividad entretenida y luego repartir el resultado. Un saludo. Francisca.

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