Escribir todo un extenso y documentado tratado sobre las relaciones humanas, sobre todo sobre aquellas que funcionan, y sobre lo de deberían tener para que ese funcionamiento fuese satisfactorio me parece dificilísimo. Extraer la esencia de eso y concentrarlo en una pequeña columna de 238 palabras, (las he contado), me parece extraordinario. Ángela Becerra lo consigue.
Para mí, encontrar una simplicidad tan contundente es encontrar inesperadamente una perla.
Esta columna apareció publicada en la última página del periódico gratuito ADN el día 13 de este mes. Quiero compartirla aquí, porque me ha parecido estupenda y me apena que desaparezca demasiado pronto empujada por el siguiente periodico, la siguiente columna, la siguiente noticia... y porque, si se busca calidad de vida, la clase de relación que construyamos con los que forman parte de nuestra vida es esencial.
He aquí el recorte, para disfrutarlo. Para reflexionar.
miércoles, 20 de enero de 2010
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Casualmente, yo también leí esa columna. Estoy de acuerdo en que aborda un tema eterno y complejo, de una manera sencilla y asequible, sin que pierda su esencia.
ResponderEliminar¡Mi felicitación por su re-publicación!