miércoles, 15 de abril de 2009

Paté de berenjenas o muttabal betinjan.

La berenjena, Solanum melongena, pertenece a la familia de las Solanáceas.

Es rica en potasio, calcio, azufre, hierro y vitaminas B y C.
Entre sus propiedades cabe destacar su capacidad para estimular la filtración de los riñones y su manera de facilitar las digestiones al estimular la función biliar.

Originaria de la India, fue introducida en Europa por los Árabes, a través de la Península Ibérica.


La berenjena es un componente muy importante en la cocina árabe, donde algunas veces es un ingrediente más, y otras la estrella del plato. Este paté es uno de los más conocidos mezze, junto con el hummus, la muhammara y el tabbouleh, que se sirven como entrantes. Su nombre más conocido es el de muttabal betinjan.


En Siria y Palestina este plato recibe un nombre un tanto curioso; baba ghanoush, que traducido significa coqueto y vicioso. Y es que, este sería el mejor nombre para describir esta crema de agradable y ligera textura, que hace que una vez que la pruebes se despierte la más insaciable de las gulas. Y es tanta la fama de este plato, que es muy popular la creencia de que si las mujeres comen este plato, acabaran por adquirir las mismas cualidades melosas del baba ghanoush. Así muchas madres se lo dan a sus hijas buscando transmitirles las virtudes de ser mimosas y viciosas. Una política que también tiene sus detractores, que prohiben comerla precisamente por el mismo motivo.
Este paté resulta de un sabor suave y sorprendente. Se puede tomar untado en todo tipo de pan, galletas saladas o tostadas frías y calientes, como entrante, como relleno de verduras o como salsa en un sandwich vegetal, etc.



Ingredientes:
2 berenjenas
2 cucharadas pasta de sésamo, también llamada tahin.
1 diente de ajo, (2 o 3 si se quiere más intenso de sabor)
1/2 cucharadita de comino, (2 si se quiere más intenso de sabor)
Zumo de 1/2 limón
Pimienta negra en polvo
Aceite de oliva
Sal
Perejil fresco, (opcional)


Elaboración:
Se cortan las berenjenas en cuatro trozos longitudinalmente y se asan en el horno a 200ºC hasta que se ablanden. También se pueden dejar enteras y asarlas sobre una sartén o parrilla, a fuego lento, girándolas de vez en cuando, para que se hagan por todos los lados. Se dejan enfriar un poco y se retira la piel. En un vaso de batidora se pone la pulpa de las berenjenas, junto con el resto de los ingredientes y se muele bien hasta que quede una pasta fina y uniforme.
Una vez preparada la pasta se puede tomar untada sobre todo tipo de pan o usarla como relleno, (en hojaldre queda muy rica). Además podemos repartirla en recipientes y congelar para usar más adelante.


Sugerencia: Si se quiere que tenga un sabor más suave aún y textura más cremosa, se añade un trozo de tofu o de yogur de soja sin azúcar a la hora de batir.



Esta receta, junto con otras de cocina marroquí se pueden encontrar aquí.

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